viernes, 28 de junio de 2013

All-Star Superman

All-Star Superman es la historia definitiva del Superman Silver Age. El Superman muy loco, metido en un mundo de ciencia ficción donde todo vale y coartar los excesos es pecado mortal. En esta biblia sobre cómo contar tanto en tan poco espacio, uno puede obtener Superman destilado, las claves del personaje a múltiples niveles. Desde su incomodidad en situaciones que le alejan de su ideal imposible hasta el amor por la gente que le inculcaron sus padres, All-Star Superman es el reflejo total y sin embargo caleidoscópico del personaje.


Pese a estar ambientada en una Tierra ligeramente futurista, una Tierra de extravagante ciencia ficción pop, la serie se siente terriblemente cercana. Familiar. Es una atmósfera agradable, como si todas las locuras de DC hubieran sido abrazadas cariñosamente en lugar de ser escondidas para evitar la vergüenza. La trama arranca con lo imposible: Superman siendo mortalmente herido durante uno de sus clásicos rescates. En una artimaña urdida por Luthor, Superman recibe demasiada radiación solar, lo cual además de potenciar sus poderes hasta lo inimaginable, le condena a morir en un futuro cercano.

Y claro, Superman siendo Superman, tiene que dejarlo todo atado antes de desvanecerse. Y esa es una de las claves de la historia, que los personajes son todo lo que pueden ser, no solo el protagonista. Lois Lane lo investiga todo, Jimmy Olsen mola demasiado para su propio bien, y Clark Kent... oh. Clark Kent es Buster Keaton atrapado en el cuerpo de un culturista.

Cómo dejar claro quién es Superman en 3 páginas, Storytelling masterclass. Los flashbacks son para pobres.

Grant Morrison lleva a cabo con el guión lo que, desde mi punto de vista, mejor resultados suele darle: Congraciar al lector con los aspectos muchas veces abandonados de los héroes, esas ideas extravagantes, excesivas, desbordantes en su genialidad que suelen quedar a un lado en la búsqueda de un mal llamado realismo. Los Superhéroes son Ciencia Ficción, y eso en muchas de las historias de Morrison queda más presente que nunca.

La trama está llena de detalles, guiños, pequeñas cosas, y hablar de ella llevaría horas y horas. Su historia se disfruta desde el entretenimiento más básico, hasta el giro más profundo. Cómic puro. Y claro, para una historia así, hace falta un artista a la altura. Frank Quitely es un monstruo del detalle, sus páginas repletas de aquellas cosas que quiere que veas, pero también ausentes de lo que pudiera distraerte. Un dibujante con una escalofriante capacidad de dibujar al superhombre definitivo, acostumbrado además a trabajar con Morrison.

Aunque tal vez pueda resultar excesivo, sobre todo para alguien que sea ajeno bien al medio, bien a las costumbres de Morrison, All-Star Superman es una obra efectiva a tantos niveles que resulta accesible para mucha gente, y es un cómic que siempre ofrece algo nuevo cada vez que se lee.

El hombre del mañana, la inspiración.

Indicaciones: Cualquiera con curiosidad sobre el personaje, lo conozca mucho, poco o nada. Aquellos que quieran una historia autoconclusiva. Cualquiera al que le apetezca leer un gran cómic.

Contraindicaciones: Los lectores que tengan una tolerancia muy baja a las rarezas o necesiten que se lo den todo masticado.

Interacciones: Flex Mentallo del mismo equipo creativo es más corto y mucho más loco, pero los puntos en común son inevitables. La etapa de Morrison en Batman o New X-Men, aunque son series más largas y embebidas en la continuidad oficial, tienen también un porte similar de ciencia ficción Silver Age.

Efectos Secundarios: Cada lectura y relectura lleva a ver más cosas en la obra. Lo que lleva a teorías un poco locas, pero...

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