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domingo, 23 de marzo de 2014

Entre Cómics #36

Abrimos esta nueva edición de Entre Cómics con Boom!, ya que Kevin J. Anderson y Nick Robles nos trasladan en Clockwork Angels #1 (de 6) a Albión, una Inglaterra victoriana steampunk de manual, donde un chaval va a querer cambiar su destino ya programado por otro de aventura y autodescubrimiento. Aunque la historia está trilladísima, está muy bien contada y eso salva el tebeo. En Marvel tenemos Daredevil #1, manteniendo equipo creativo y trasladando al cuernecitos a San Francisco, donde ejerce de abogado, de consultor ocasional de la policía en plan CSI y de superhéroe un tanto fuera del agua. Espectacular, como siempre. Image nos deja Sovereign #1 de Chris Roberson y Paul Maybury. Una gran historia situada en   un mundo fantástico y narrada desde el punto de vista de tres facciones y grupos de personajes diferentes del mismo. El dibujo es un poco feísta a ratos, pero desde luego ambición no le falta al proyecto. Volvemos a Marvel con Ms. Marvel #2, donde Kamala Khan descubre los poderes que tiene y G. Willow Wilson y Adrian Alphona dan el extra para hacer un cómic realmente disfrutable. Y en The Fuse #2, la investigación de los asesinatos se va intrincando a medida que personajes poderosos se ven implicados en el transcurso de las pesquisas. Antony Johnston y Justin Greenwood mantienen el tono y la calidad del primer número. Tampoco podíamos dejar de hablar de The Superior Spider-Man Annual #2 a cargo de Christos Cage y Javier Rodríguez. Un tebeo muy divertido, con un aspecto muy clásico en el que Ben Urich nos lleva de la mano. Y luego al Dr. Rust se le va la olla y nos ponemos a discutir sobre lo poco claro que ve el acercamiento a una viñeta concreta, como si eso pudiera estropear el inmenso trabajo de Rodríguez en todo el resto del número. Pero es que a veces somos quisquillosos y más con nuestros favoritos.



domingo, 16 de febrero de 2014

Entre Cómics #32

Espectacular semana si no por calidad, sí al menos por la cantidad de colecciones nuevas que se han editado. Y eso que alguna nos hemos dejado fuera (no por discriminarla, sino porque simplemente no hemos sido capaces de seguirles la pista a todas). 6 nuevas colecciones ocupan todo el tiempo de Entre Cómics. Es que no daba para más. Comenzamos alabando She-Hulk de Charles Soule y Javier Pulido (con colores de la también patria Muntsa Vicente, cuyo trabajo en The Private Eye nos viene cautivando número tras número). Un tebeo que se presenta con aspecto desenfadado, pero que promete mezclar con acierto abogacía y superheroísmo con temas probablemente no tan desenfadados. Joshua Hale Fialkov y Joe Infurniari sacan en papel un proyecto que solo a posteriori hemos sabido que nació hace un tiempo como cómic digital. Misterios en torno a un futuro bastante apocalíptico que se revela a los personajes mediante unas misteriosas cartas que parecen escritas por sus yoes futuros. Suena mejor de lo que luego se deja leer, la verdad. Otra de las sorpresas agradecidas de la semana es The Royals: Masters of War de la línea Vértigo de DC. Rob Williams escribe y Simon Coleby dibuja. En una Europa muy parecida a la nuestra que está siendo azotada por la Segunda Guerra Mundial, las grandes familias reales guardan un secreto que puede ser a la vez salvación y perdición para sus súbditos. Muy buen dibujo para una miniserie de 6 números que promete ir cada vez a mejor. The Fuse, de Anthony Johnston y Justin Greenwood nos lleva a una estación espacial para presenciar el primer día de trabajo de un detective que tiene que lidiar con su nueva y veterana compañera y con lo que parece un asesino en serie. Ninguna floritura, pero cumple de sobra. Cosa que no podemos decir de las últimas dos novedades. The Mercenary Sea es un tebeo sobre una tripulación de balas perdidas en busca de la típica isla llena de riquezas que en teoría no existe. Kel Symmons se casca una historia montonera llena de tópicos y Matthew Reynolds nos asalta con un dibujo de clara inspiración en la animación Flash o algo por el estilo. Bastante mal. Aunque para Mal que merezca una mayúscula bien gorda, X-Force. Simon Spurrier nos cuenta una historia demencial con diálogos montoneros donde cada personaje se encuentra irreconocible. Y le ayuda a redondear el despropósito el dibujo de Rock-He Kim que es telita fina, oiga...