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lunes, 14 de julio de 2014

Zascandilleando #26

Las series nos han sorbido el cerebro casi por completo esta semana, aunque lo cierto es que con resultados desiguales. La propuesta de SyFy en Dominion, con una humanidad en guerra con los ángeles, un Elegido y el Arcángel Miguel como único aliado de los humanos tiene más potencial sobre el papel que lo que luego vemos en pantalla. Actores de medio pelo, dirección argumental poco clara, mucho potencial y poca realidad. The Last Ship es una nueva serie de TNT con Michael Bay al mando con un barco lleno de militronchos y con la siempre atractiva (tengo debilidad, qué queréis) Rhona Mitra interpretando a la doctora que podría salvar al mundo si encuentra la cura para el virus que ha matado a millones y descogorciado los gobiernos del mundo. Los personajes son un puro esteriotipo, pero veremos cómo avanza, si hacia la acción marca Bay o hacia la superviviencia o hacia qué. La que no vamos a seguir viendo hacia donde avanza es The Leftovers, la última creación de Damon "te odiamos muy fuerte por tus guiones de mierda" Lindelof, que nos deja otra historia con un suceso inexplicable al principio (la desaparición del 2% de la población mundial) y después nos mete en un cambalache de personajes cada cual metido en berenjenales más estrafalarios. No, gracias. Menos mal que al menos podemos agarrarnos a Penny Dreadful, donde en 8 capítulos nos dan una lección de serie de género con actores conocidos dando el callo, con Eva Green saliéndose de la escala y con una trama que nos lleva al Londres Victoriano para disfrutar de todo el ambiente de la época y además aderezos en forma de vampiros y monstruos de Frankenstein y Dorian Greys, pero sin forzar la mano, sin parecer nunca excesiva. Grande. Y cerramos el podcast hablando del nuevo juego de tablero Elditch Horror, que no es más que una versión depurada de Arkham Horror. La simplificación de subsistemas de juego ha sido en realidad un acierto y ahora el juego es más dinámico, más participativo y el grupo de jugadores puede hacer frente a los horrores extradimensionales lovecraftianos de manera más centrada y divertida. Se siguen necesitando más de un par de horas para cada partida, pero se hacen mucho más amenas y las mecánicas de juego son sencillas y se aprenden fácil, pero abren un abanico de posibilidades lo suficientemente amplio como para que no te aburras a las primeras de cambio.