Hacía mucho tiempo que no le metía su enorme inyección de horas a un Pokémon. Jugué Rojo, enamorado por completo de los paseos por el mapa y lo absurdo y chorra de la trama. La idea de que a un chaval le regalen una mascota que escupe fuego y le digan "ale, a la aventura" tenía algo de simplicidad romántica, un poco de dejarse llevar, de aceptar la locura y tirar para adelante que me resultó atractiva. Una vez terminado, pues... me cuesta mucho interesarme por coleccionables, logros y demás cosas que alargan un juego, "hacerme con todos" no me interesaba. Pero...
Pero tiempo después me puse con Pokémon Plata. Nuevo mundo; más grande. Nuevos Pokémon; más cantidad. Historia risible; justificaciones chorras. Y era divertido, pero también era algo familiar y repetitivo. Conocido. Sobado. DLC en formato de cartucho plateado. Es esta fatiga, unida a una mucho posterior pereza a acercarme a otro Pokémon la que me tuvo alejado de la saga durante años, amando muy fuerte las portátiles de Nintendo, pero sin acercarme a uno de sus juegos más vendidos.
Y ahora, mientras espero la lluvia de amor en forma de Zelda y Bravely Default de este fin de año acojonante para la 3DS, aquí estoy con 32 horas de Pokémon X en la partida salvada, poco después de lo que se considera "pasarse" un Pokémon. En el juego me esperan zonas que no he transitado, Pokémon que no he visto, minijuegos por disfrutar y batallas por librar. Pero la pereza me invade, no soy un hombre de un solo juego, ahora otros tienen mis atenciones, pero Pokémon quiere más. Siempre quiere más.
![]() |
Nope. No, no, no. Noooope. Que estoy ocupado al Hearthstone, leñe. |
Y eso que el juego está lleno de amor. La premisa de que un chaval se largue a hacer el cabra con su bicho mágico así, con lo puesto, sigue presente, enfatizada por el hecho de que Protagonista y su madre se acaban de mudar a un pueblo nuevo. ¿Querías desempaquetar tus cosas? ¡No! ¡Pokémon time! A partir de ahí el malo, más loco y malvado que nunca, involucra lo Pokémon en su rayo de la muerte, para acabar siendo derrotado por una pandilla de adolescentes que van de aquí para allá con su perro... y espera, que me lío.
El puñetero juego es más grande que nunca, pero mucho más. El mapeado es extra tocho, el jueguico se gasta como 650 bichos o más, minijuegos, hacerle cucamonas a los Pokémon, grabar videos de presentación, peleas online, comprar trapos para tu personaje... Son todas las mierdas que me encantan y que me hacen pensar que el Pokémon, cuanto más sandbox y menos limitado sea, mejor. Elder Scrolls: Kanto o lo que toque... Pero.
Pero el cabronazo tiene sus manías. Sigue con las cuevas llenas de Zubats, sigue pidiéndote un Pokémon fardo que Corte, Surfee o Vuele para ir de un sitio para otro... y es una pena, pero oye, son cosas que le pesan al juego. Lo envejecen y asfixian. No quiero enseñarle la mierda de Cascada (sigh) a mi Blastoise para poder seguir y si me haces volver a un centro a por la primera mierda de agua que pille para subir por ahí, es posible que lo deje para luego o que ni me moleste.
Indicaciones: Si no has jugado un Pokémon y tienes curiosidad, este es el más completo, interesante, ameno y accesible hasta la fecha. Si eres un fan ya lo tienes, y si alguna vez lo fuiste, haz como yo y dale una oportunidad. Lo merece.
Contraindicaciones: Amantes de los Jraficazorls, dado que es un juego de portátil. Pokehaters (yo que se, habrá de eso) y gente que no quiera meterle tantas horas, así en general.
Interacciones: Los Pokémon del pasado, los Zelda bidimensionales (por aquello del mapeado con acceso limitado) y si alguna vez lo traen a occidente, el Yokai Watch de Level 5, también para 3ds, pinta cercano.
Efectos Secundarios: Intercambiar códigos de amigo por la web, haciendo que la gente pueda enviarte pollas por carta y Nintendo acabe cerrando el sistema de mensajería. Di no a las pollas por carta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario