miércoles, 20 de noviembre de 2013

Papel de Celuloide

Grandes Carteles de Cine: El Arte de Drew Struzan no engaña a nadie con su nombre. Es ni más ni menos que una recopilación de algunos de los trabajos más notables de este ilustrador que se ha hecho mundialmente famoso por crear los carteles de las películas de cierta saga galáctica, de cierto intrépido arqueólogo, de cierto niño mago o de cierto coche con la capacidad de viajar en el tiempo. Reproducción pura y dura, sin añadidos, entrevistas, explicaciones ni zarandajas es lo que ofrece este libro.


Objetivamente resulta complicado justificar la compra de Grandes Carteles de Cine: El Arte de Drew Struzan. El libro es una sucesión de láminas de un centenar largo de sus trabajos. Sin más. Cuenta con un prólogo escrito por George Lucas que no pasa de ser una loa a las virtudes del artista y ya está. Ni una entrevista, ni un detalle sobre cómo trabaja, cómo afronta los encargos ni nada parecido. Se trata de un libro que solo puedes coger y pasar sus páginas deleitando la vista. 

Como quiera que no hay demasiado que decir sobre el libro en sí (es lo que es, o te gustan los libros de ilustraciones o no te gustan), dedicaré parte del espacio del artículo a señalar algunos datos de Struzan que me parecen interesantes, como por ejemplo que el hombre trabajó a conciencia en la década de los 70, 80 y 90, pero casi desapareció al despuntar el nuevo siglo, incapaz de encontrar un hueco en el emergente mundo de lo digital. No obstante, consiguió adaptarse y de ahí trabajos en sagas como Harry Potter.

Muchos de sus carteles más famosos comparten una estructura parecida. Son un collage de rostros rodeados por ilustraciones de objetos o personas de menor entidad para la trama. Lo normal es que el protagonista esté en el centro de la imagen y asociados a él, el resto de personajes principales. Existen, no obstante, excepciones a esta regla. Muchas de ellas forman incluso parte de sus trabajos más conocidos: El Rambo solitario de Acorralado o el Marty McFly solitario de Regreso al Futuro son solo dos ejemplos. 

Protagonistas con mucha personalidad han recibido un trato individualizado por parte de Struzan. Porque ellos ejemplifican sus películas.

La razón por la que Struzan se ha hecho tan famoso, al margen de haber realizado los carteles de películas muy conocidas, se encuentra probablemente en que es un autor reconocible al instante. Icónico. Como ocurre con otro montón de artistas de calidad, su trabajo sobresale y es inconfundible. No cabe duda de que abusa de ciertos recursos en la composición de los carteles, pero con el tiempo eso se ha convertido más en una ventaja que en un inconveniente. Cuando uno mira un cartel de Star Wars, espera de él los elementos señeros que Struzan ha convertido en norma. Porque siempre han sido así y esperamos que sigan siéndolo.


Su visión para los carteles de la Edición Especial son de los más conocidos. El de El Imperio Contraataca siempre me ha parecido una obra maestra. 


Indicaciones: Cinéfilos, fanboys de sagas conocidas, admiradores de Struzan, cualquiera con una cierta sensibilidad plástica. 

Contraindicaciones: Si crees que un libro es solo para leer, este no es para ti. Si te aburres enseguida mirando una imagen, abstente. Si el cine y el dibujo te la reflanflinflan, mejor no te acerques.

Interacciones: Libros de ilustraciones. Libros fotográficos. Específicamente los libros titulados "El Arte de...". 

Efectos Secundarios: Dolor intenso al ver un cartel cojonudo de una película infecta. Demuestra que se puede vender bien cualquier cosa, todo es ponerse. Evocarás grandes experiencias cinematográficas.

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