miércoles, 8 de mayo de 2013

Gente y Mentiras

The Walking Dead es un juego jodido. Sus personajes resultan creíbles y atractivos. Desde el momento en el que se presentan en pantalla pasan a ser gente que te importa realmente rápido. Pero sus mecánicas de juego son una serie de puzzles montoneros sacados de la peor aventura gráfica posible y una especie de quick time events repetitivos y absurdos. ¿Cómo se equilibra todo esto? Pues eso, con un juego jodido. Veamos.


El punto fuerte de The Walking Dead son sus personajes. Gente en ocasiones débil, egoísta y puteada como solo los supervivientes a un apocalipsis zombie pueden estarlo. No importa quién fueras antes de que todo pasase, es el día a día lo que te define, el cómo sobrevives a esa rutina plagada de trampas mortales. De esta manera los personajes se las ven putas para sobrevivir, muchas veces por culpa de ellos mismos, y es eso lo que los hace queridos. Lo que hace que transmitan. Porque son unos putos torpes. Como tú. Como yo.

Pero esto no es ni el cómic (el cual algún día Kirkman acabará para que deje de arrastrarse agónicamente cual caminante sin piernas) ni la serie (oh dios, no). Esto es un juego. Y como tal, en el departamento jugable no solo cojea: es que está muerto y más que podrido. Resolver cuatro puzles grotescamente tontos diseñados para hacerte ir de A a B, y sufrir de esa manera algún que otro QTE binario de los de "sigue jugando como hasta ahora/muere y reintenta" sin término medio. La jugabilidad más que ser algo que acompañe al medio, es algo que sufres queriendo seguir la historia de los personajes.

Ugh. En la versión de PC el efecto es todavía más estúpido.

Y luego están los diálogos. Ay, los diálogos. Los capítulos abren con un pantallazo recordándote que las elecciones que hagas harán que el juego se adapte. Además, salvo que juegues con la interfaz reducida (que tampoco importa demasiado) el juego te mostrará un cartel cada dos por tres al hablar con gente. Cosas como "Fulanito recordará esto" o "Le has mentido a Menganito" te perseguirán, haciendo ver que cada paso es importante, cada elección es decisiva. Pues no. Pero para nada oye. La gente que palma lo hace sin importar cómo te lo montes. Como mucho puedes optar a tener más o menos ruido de fondo en algunas discusiones, pero las elecciones son todas carentes de sentido.

Las pelotas.

Y mira que podían haber tomado el camino contrario. Podían haber pasado de subirse al carro de "las elecciones importan", esta manía de prometer algo que no estás dispuesto a ofrecer. Quiero creer que en algún momento a alguien se le ocurrió algo en la linea de "Oye, ¿y si no decimos nada de las elecciones? Que el jugador las haga, y que cuando vean cómo su grupo se desintegra haga lo que haga, que de eso va esto, sienta la impotencia que siente el personaje y eso". Pero lo tiraron por la ventana. Por osado. Por atreverse a contrariar la necesidad de los estudios de subirse al Molyneuxmóvil. Que por no cambiar no cambia ni el final, madre mía.

LO BIEN. Lo bueno del juego, vaya.

Indicaciones: Aquellos que puedan ignorar la carencia de una jugabilidad excepto en su vertiente más molesta y quieran disfrutar de una pedazo de historia.

Contraindicaciones: Los que quieran un juego... pues para jugarlo, vaya. No, Walking Dead no se juega, se ve (y de vez en cuando se aporrea un botón).

Interacciones: El medio, tan japonés él, de las Visual Novels, donde presentan algo similar a esto pero sin complejos que les lleven a meterle botonazos para disfrazarlo de videojuego.

Efectos Secundarios: Compararlo con la irregular serie de televisión y con el excesivamente longevo cómic, y ver cómo sale ganando. Pensar que aunque odies a los niños, en caso de apocalipsis zombie serías el mejor padre adoptivo del mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario