viernes, 31 de mayo de 2013

El Sistema Perfecto

Psycho-Pass nos presenta una futura sociedad nipona en la que el análisis biométrico a traves de un sistema llamado Sybil permite detectar las tendencias delictivas de la población y asignar al estado mental un número que marca la línea entre sano y potencialmente criminal. Pero aun con detenciones preventivas, sigue habiendo asesinatos. Cuando suceden, una unidad compuesta por sanos Inspectores y peligrosos Ejecutores que usan su nivel de "criminalidad" latente para intentar pensar como los asesinos son los encargados de darles caza. Akane Tsunemori es la joven protagonista que se incorpora a este departamento con el deseo de marcar la diferencia.




Psycho-Pass no es un anime excepcional. Su animación es buena pero nada que no hayamos visto antes. La ambientación está lograda pero no es especialmente original. Los personajes tampoco se desarrollan demasiado y son bastante esquemáticos y estereotipados. ¿Qué tiene entonces para hacerla merecedora de nuestra atención? Tiene trama. Tiene dilemas. Tiene detalles. Tiene fogonazos brillantes. Y tiene un ritmo, una narración, medida al milímetro. Una narración que te mantiene enganchado a la trama todo el capítulo y después acaba arriba, cuando todavía tienes ganas de más.

Conviene señalar que los 22 capítulos que la componen están separados en dos arcos argumentales bastante distintos. El primero nos acerca a la realidad del mundo, al funcionamiento de esta fuerza policial basada en Inspectores sanos y Ejecutores "criminales" y a las primeras dudas y desconciertos cuando un sistema que parece infalible, falla. Son estos los episodios más interesantes. Lo son primero por la novedad de todo lo que te cuentan y después porque las escenas están muy bien llevadas, el ritmo no decae nunca y vamos aprendiendo junto con la novata protagonista que no todo es tan sencillo como parece.

Akane comienza como una novata tímida. Su trabajo la obligará a crecer en astucia y determinación.

La segunda mitad se convierte más que nada en una carrera a la caza del villano de turno, con pinceladas aquí y allá sobre los personajes, pero con un planteamiento mucho más convencional. La metatrama se apodera de la serie y por tanto del espectador y las sorpresas lo son menos porque ya apenas hay construcción y descripción del mundo, sino que todo se encamina a la resolución del conflicto. A mitad de serie hay una revelación importante y por su propia naturaleza, la serie tiene, necesariamente, que cambiar de enfoque. No es un gran problema porque no cambia el tono general, pero lo que gana en interés en la trama lo pierde en frescura y originalidad.

Como decía, además del ritmo y el funcionamiento del mundo a través de este sistema infalible bautizado como Sybil, el atractivo de Psycho-Pass lo ponen los detalles. Por ejemplo la monada llamada Dominator. El arma personal e intransferible de Detectives y Ejecutores que conecta directamente con Sybil para medir el índice de criminalidad al instante. Tiene dos modos de funcionamiento: Aturdir, que es doloroso y Eliminar, que es... bueno, muy gore. Luego hay otros detalles más unidos a la ambientación y la trama como la omnipresencia de Sybil en todas partes, la automatización de muchísimas tareas incluidas las relativas a la seguridad o la importancia de los avatares virtuales en las comunidades online del futuro.

Cuando el Dominator se pone en modo Optimus Prime es mejor alejarse. Si te apuntan, porque te revienta. Si estás cerca, porque salpica.

La mayor virtud de Psycho-Pass radica en la perfección del ritmo episódico en la primera mitad de la serie y en el aparentemente irresoluble dilema moral en el que se ven envueltos los protagonistas en la segunda mitad. En cualquier caso se trata de un anime muy cuidado, que plantea muchísimas situaciones con un paralelismo con el mundo actual evidente y que vuelve a traer a primer plano el siempre espinoso problema "seguridad vs. libertad".

La influencia de los avatares virtuales como formadores de opinión es uno de los aspectos planteados más interesantes. Lástima que no se profundice en él.

Indicaciones: Para aficionados a historias detectivescas, para quienes gusten de algunos clichés como la novata con potencial, el intenso buenista, el villano con objetivos no del todo censurables. Aficionados a la ciencia ficción futurista en general.

Contraindicaciones: No apto para amigos solo del anime "slice of life". Nada de tramas alargadas ni tampoco sorpresas argumentales locas cada capítulo. Si no te va el futurismo, si no te gustan las historias policiacas...

Interacciones: Ghost In The Shell, Equilibrium, en general cualquier historia que plantee una sociedad utópica con pies de barro.

Efectos Secundarios: NECESITAR un Dominator. Desear un sistema Sybil para detectar la corrupción. Los primeros capítulos dejan con cara de "¿ya se ha acabado? ¡Quiero más!".

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