miércoles, 13 de marzo de 2013

¡Rompe Ralph!

Dirigida por Rich Moore, realizador con experiencia abundante gracias a Los Simpson y Futurama entre otras cosas, ¡Rompe Ralph! es una película con capacidad de llegar a amplios rangos de edades. Sin embargo, es una película Disney, con personajes sencillos y situaciones familiares. Esto le permite funcionar como un reloj intachable, de ritmo mil veces comprobado, e introducir situaciones y guiños que hacen feliz a este treintañero barbudo.


¡Rompe Ralph! es la celebración del videojuego clásico, un auténtico festival de guiños de principio a fin, que sin embargo esconde historias interesantes. La película habla de la fugacidad de los elementos de la cultura popular, de cómo sus propios integrantes luchan por mantenerse bajo la atención de su público, voluble ante cualquier objeto brillante. Con capacidad para que los más pequeños disfruten de una película Disney bien llevada y con un tempo fantástico, los frikazos nos dejamos llevar por ese mismo ritmo en una película que a través de los videojuegos que homenajea, parece una biografía de nuestra propia vida.

Advertencia para nostálgicos: Esta escena puede contener trazas de tu vida.

Para un aficionado a los videojuegos esta película es amor puro, para un yonqui de las recreativas como yo es directamente felicidad en vena. Están presentes las dinámicas de funcionamiento de un salón recreativo, tanto desde el punto de vista de los clientes como de los propios arcades. Incluso entran en juego cosas como darle explicación a las leyendas urbanas que circulaban entre los habituales (no, abajo + puño sigue sin permitir coger la piedra del escenario de Chun-Li). En esta película tiene cabida cualquier cosa propia del mundo de los videojuegos, desde los errores hasta las zonas inacabadas, pasando por las dinámicas de finales (con o sin bosses).

Ambientada en un mundo mejor, donde los salones recreativos nunca se extinguieron y los grandes clásicos conviven con el DDR o un pegatiros con rifles de plástico, ¡Rompe Ralph! atrapa a gente como yo y no la suelta. Esto es en parte gracias a la sencillez y eficacia con la que funcionan los personajes. El protagonista recuerda positivamente a lo mejor del Mr. Increíble de Pixar; Felix y la sargento Calhoun son la perfecta pareja, tanto cómica como disfuncionalmente romántica. Y Vanellope... ah, Vanellope es amor. Aunque sea un glitch yo la quiero igual.

MissingNo pero con sudadera y mofletes. Hay que quererla.

Indicaciones: Jinetes de recreativa, chavalería hiperactiva y amantes de Lo Disney en estado puro.

Contraindicaciones: Gente muy mayor y muy seria, ya sea por fuera o por dentro. Personas sin infancia. O sin alma. Idólatras del cine muy denso y complicado.

Interacciones: Volver a ver Los Increíbles, otra peliculaza con raíces en otra subcultura. Ponerte a escuchar a Skrillex (bonito cameo, por cierto) o a AKB48.

Efectos Secundarios: Jugar a Mario Kart con Peach. Hacer (aún más) chistes mientras juegas al Gears of War. Maratones de emuladores, muy fuerte, todo el rato.

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