El tándem ya habitual en Marvel formado por Jeph Loeb y Ed McGuinness nos presentan a Sam Alexander, un adolescente atrapado en Pueblo Paleto. El padre es un perdedor que no para de contar historias que nadie se cree (especialmente Sam) sobre cómo lo petaba cuando pertenecía a los Nova Corps hace 15 años. Hasta que su padre desaparece una noche y días después Sam recibe la visita de unos amigos de su padre muy especiales. Loeb está sorprendentemente centrado y contenido en este cómic y McGuinness le acompaña, bastante entonado, con su particular estilo al borde del cartoon. De momento todo es promesa, pero el primer número deja buen sabor de boca y ganas de ver adónde va. Meritorio número 1.
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