Esta semana dividimos el programa entre la undécima temporada de Expediente X y el anime Violet Evergarden. De la primera decir que han sido 10 episodios de locura. Divertidos, alocados, autoconscientes a la par que perfectamente en línea con lo que hacía funcionar la serie hace tantos años. El tono es diferente, pero la esencia la misma. Claro que la resolución de la metatrama ha sido de chirigota. Eso hay que reconocerlo. Violet Evergarden, por su parte, tiene un arranque rocoso. La animación es maravillosa, pero el personaje empieza gripado, incapaz de hacer avanzar ni siquiera un atisbo de trama. Poco a poco encuentra en las historias episódicas su ritmo narrativo y empieza a carburar cada vez mejor. Para cuando llega a la decena de episodios el anime ya es una sencilla pero emotiva belleza fulgurante de las que, si consigue conectar contigo, pondrá a prueba tu entereza.
