Este es el tipo de proyecto volátil como pocos. Por un lado no sorprende que el nivel de hacer un remake de un remake alcance ya niveles Inception de profundidad, pero es que además dejar Los Siete Magníficos en manos del director Antoine Fuqua podría ser una gran idea... O una terrible. Puede ser grande si acabo tan satisfecho como en Training Day, Asesinos de Reemplazo o The Equalizer. Puede ser terrible si se me queda la misma cara que con El Rey Arturo, El Tirador u Objetivo: La Casa Blanca. Parte del reparto es el habitual de Fuqua, aunque a Ethan Hawke no le tenga demasiado cariño, Denzel Washington parezca ir al 11 y Chris Pratt tenga el piloto automático puesto. Espero que sea divertida, pero a estas alturas es casi tirar una moneda al aire.
Este fin de semana nos podemos alegrar finalmente por el estreno de El Niño y La Bestia, que trae tanta garantía como pueda tener una película de Hosoda Mamoru, director de algunas películas muy queridas en esta casa como Wolf Children o La Chica que Saltaba a Través del Tiempo.
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